La Alcazaba árabe de Mérida pertenece al legado árabe de la ciudad.
Fue una fortaleza musulmana construida el 835 d. C.
Si váis a visitarla, tratad de ir por la mañana temprano, ya que por la tarde cierran a las 6, al menos en octubre y a esa hora hace mucho calor, por lo que corréis el riesgo de freíros como nosotros, ya que es un lugar completamente descubierto sin muchos lugares a la sombra.
Eso sí, tienen una máquina de refrescos y agua que te puede salvar la vida.
Vale la pena comentar que para visitar Mérida existen un par de bonos que te permitirán ver todos los recintos monumentales a un precio más que económico.
Lo puedes adquirir en cualquiera de los lugares que pertenecen al circuito monumental y hay dos tipos de bonos, uno incluye todos los monumentos de pago y cuesta 11€, el otro incluía alguna visita más que no nos quedó claro en qué consistía y valía sólo un euro más.
El bono va acompañado de un pequeño libro informativo con la información básica de lo que vas a visitar.
Si vas, sácatelo aunque no lo veas todo sale más a cuenta que pagar por separado y es una buena excusa para visitar lugares que no verías de otro modo.
Incluye la visita a la Alcazaba árabe, Teatro y Anfiteatro, Basílica de santa Eulalia, Casa del Anfiteatro, Casa del Mitreo, Circo romano y la Zona Arqueológica de la Morería.
No hay límite de tiempo para visitar estos recintos una vez adquirido el bono.
Es cómo vivir dos veces
A la vuelta de nuestro viaje a Marruecos, más mío que nada, ya que fuí yo la que estuvo 12 días, sentados en la terraza comunitaria en casa de unos amigos, a la luz de las velas, bebiendo unas copas de vino, de madrugada, después de una cena maravillosa, empezamos a hablar de cómo había sido la estancia por aquellas tierras.
Mientras desgranábamos recuerdos, uno de los contertulios, emocionado e inspirado por la esencia del viajar en sí mismo, nos dijo aquello de; -ya lo decía el poeta, viajar, es cómo vivir dos veces.
La frase, me pareció de lo más acertada, de hecho, estuvo semanas rondándome por la cabeza, para qué podrá servir esta bella frase, me preguntaba, hasta que nació este blog y supe que nombre debía llevar.
Así que, aquí está parte de esa segunda vida.
Mientras desgranábamos recuerdos, uno de los contertulios, emocionado e inspirado por la esencia del viajar en sí mismo, nos dijo aquello de; -ya lo decía el poeta, viajar, es cómo vivir dos veces.
La frase, me pareció de lo más acertada, de hecho, estuvo semanas rondándome por la cabeza, para qué podrá servir esta bella frase, me preguntaba, hasta que nació este blog y supe que nombre debía llevar.
Así que, aquí está parte de esa segunda vida.
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