Es cómo vivir dos veces

A la vuelta de nuestro viaje a Marruecos, más mío que nada, ya que fuí yo la que estuvo 12 días, sentados en la terraza comunitaria en casa de unos amigos, a la luz de las velas, bebiendo unas copas de vino, de madrugada, después de una cena maravillosa, empezamos a hablar de cómo había sido la estancia por aquellas tierras.

Mientras desgranábamos recuerdos, uno de los contertulios, emocionado e inspirado por la esencia del viajar en sí mismo, nos dijo aquello de; -ya lo decía el poeta, viajar, es cómo vivir dos veces.

La frase, me pareció de lo más acertada, de hecho, estuvo semanas rondándome por la cabeza, para qué podrá servir esta bella frase, me preguntaba, hasta que nació este blog y supe que nombre debía llevar.

Así que, aquí está parte de esa segunda vida.

lunes, 26 de abril de 2010

Recinto monumental, Mérida

Algunos de los restos arqueológicos de la ciudad no tienen acceso por parte de los turistas, como en este caso.
El Recinto Monumental está vallado y se puede observar desde fuera pero no acceder a el, es uno de los muchos restos que puedes encontrar mientras paseas tranquilamente por las calles de la ciudad.

Este recinto monumental de época romana es de planta rectangular y fue construido en el S. I d. C.
El centro del recinto estuvo ocupado por una imponente plaza delimitada por el pótico de mármol que aún se puede apreciar.
Las paredes del muro del fondo dispusieron de grandes hornacinas para acojer estatuas de personajes ilustres, también había pequeñas habitaciones relacionadas con el culto al emperador.
Esta edificación monumental de carácter público reproduce el programa escultórico del Foro de Augusto en Roma.
El ático del pórtico está decorado con dos medallones de dos tipos: el dios Júpiter, símbolo del poder del emperador y Medusa, de gran poder protector.
En la actualidad el Consorcio de la Ciudad Monumental continúa estudiando las peculiaridades de estos importantes espacios públicos de época romana.



*Fuentes para esta entrada: los paneles informativos del Recinto Monumental.

Puente Romano, Mérida

El Puente Romano y el paseo que bordea el río Guadiana, son recorridos muy apreciados por los habitantes de Mérida y los recorren paseando en las calurosas noches de verano.

Nosotros iniciamos nuestro paseo por la tarde y continuamos hasta que se hizo de noche, ver la caída del sol desde este enclave priviligiado no tiene precio.

El puente asoma entre la vegetación de los márgenes del Guadiana.
El puente desde el paseo.
Fue construido durante la fundación de la ciudad, sobre el año 25 a. C.
Se eligió una zona vadeable del río y daba acceso a una de las 4 puertas de la ciudad romana.
Este puente fue diseñado para resistir las crecidas de más de 4 metros del río, y sufrió dos reparaciones importantes, la primera en el año 483 durante la época visigoda y la segunda en el S. XVII tras una fuerte crecida del río en la que se contruyeron los 5 arcos en la zona del tajamar, los contrafuertes triangulares y los descendederos.
Este puente se realizó en dos tramos que se unían en una isla.
Sus 762 metros de longitud contaron en origen con 60 arcos.
Los romanos cruzaban este puente para viajar a la Bética (Andalucía) o a Olisipo (Lisboa).
Como nudo de comunicaciones entre norte y sur peninsular ha continuado vigente hasta el S. XXI.
Detalle del Guadiana al anochecer.
Puente de Lusitania de Santiago Calatrava, en la operación ninguna ciudad de España sin un puente de Calatrava.


*Fuentes para esta entrada: los paneles informativos en el propio puente.

lunes, 19 de abril de 2010

Acueducto de San Lázaro y Conjunto Termal junto al Circo, Mérida

En Mérida podrás visitar dos acueductos, el más conocido el de los Milagros, y muy céntrico, pero hay un segundo acueducto a visitar que no es menos interesante que el primero, el de San Lázaro que está un poco más lejos, pero justo al lado del Circo Romano.

Este acueducto fue construido entre el S. I y el S. II, aunque el que podemos encontrar actualmente fue construido reutilizando el de la época romana y data del S. XVI.
Aún se conservan los tres pilares del acueducto romano que captaba agua de varios manantiales.

Antes de llegar al Acueducto y al Circo, pasamos por este túnel que nos avisa de que estamos en el buen camino.
Detalle del interior.
Detalle del exterior.
Detalle de los tres pilares del Acueducto.
Detalle del Conjunto termal, restos pertenecientes a una piscina.
Restos de una instalación termal de la época romana, existía una cámara de fuego subterránea y calefacción en las paredes.
En las piscinas calientes el agua podía superar los 40º.
Los baños se abastecían del acueducto que se observa la fondo.
Aquí podemos observar los restos de la palestra, donde se realizaba el lanzamiento de disco, jabalina, ejercicios de habilidad y juegos de pelota.
Se pueden identificar 6 apoyos de granito sobre los que se asentaban las columnas.
El suelo de la palestra era de arena para facilitar los juegos que se practicaban.
El complejo termanl se contruyó a principios del S. II y estuvo en uso hasta el S. III.
En primer plano restos del Conjunto Termal y al fondo el Acueducto.
Junto al Acueducto hay un pequeño paseo aunque no llega hasta el final del mismo.
Detalle de uno de los arcos.
Detalle de varios arcos.
Acueducto y cielo.
El cielo de Mérida es muy fotogénico.
En un cauce seco encontramos a un caballo pastando tranquilamente.
Y también a un pony.
Detalle de los tres pilares del Acueducto.
Detalle de los tres pilares del Acueducto.

*Fuentes para esta entrada: Historia de la arquitectura en España, para el Acueducto de Sán Lázaro, la información para Conjunto Termal junto al Circo ha sido extraída de los paneles del propio recinto.

lunes, 12 de abril de 2010

Pozos de nieve, Mérida

Los Pozos de nieve constan de las siguientes construcciones:
-Pozos de nieve, S. del I al IV d. C.
-Termas, S. del I al IV d. C.
-Pozo de nieve, S. XVIII
En este recinto se pueden ver los restos de un gran edificio industrial, que fue construido por los romanos para ser usado como pozo de nieve.
Posteriormente se reformó en parte para construir unos baños.
Los visigodos construyeron viviendas y en la época islámica hubo enterramientos.
En el S. XVIII recuperó su uso como pozo de nieve.

En la época romana este solar se hallaba fuera de la muralla de la ciudad y cerca de aquí pasaba uno de los acuéductos que llevaban agua a la ciudad.
Este complejo fue en parte subterráneo, a finales del S. XVIII aún eran visibles algunas estructuras conocidas popularmente como portezuelas, que acabaron por dar nombre al barrio.
Se conservan tres depósitos subterráneos que estuvieron techados y conectados entre sí por puerta y canales.

En estos depósitos se almacenaba la nieve traída de otros lugares además del hielo producido en invierno en estas instalaciones.

Este complejo está excavado en la roca, y para su construcción se utilizó cal, arena y roca desmenuzada, utilizando la técnica del encofrado.
Existía una galería en zig zag que comunicaba los depósitos, este recorrido evitaba las corrientes de aire lo que favorecía la conservación de la nieve.
Los muros eran elevados y sin muchas aberturas, para la mejor conservación de la nieve.
Estas instalaciones tuvieron varias reformas y ampliaciones durante el período romano.
Esta zona en la época romana estaba ocupada por unos baños públicos y el abastecimiento de agua se hacía desde unos acueductos cercanos.
Mientrastanto continuaban funcionando los pozos de nieve.
Había una sala de vapor parecida a las saunas actuales, el calor se generaba en una cámara de fuego subterránea y circulaba a través de las cámaras de aire.
Detalle de un gato meridense y pocero.
La sala de vapor se orientó al sur para aprovechar al máximo la luz del sol.
Sabemos que hubo otras habitaciones de baños calientes.
No se han encontrado hasta el momento las zonas de aguas frías y templadas aunque debieron existir.
Detalle de una de las habitaciones de los baños.
En el S. XVIII se generalizó el uso de la nieve para conservar alimentos, enfriar bebidas y aliviar enfermedades.
La nieve llegaba a Mérida desde la sierra del norte de Cáceres, en bloques de hielo trasportados por carros.

*Fuentes para esta entrada: Información del propio recinto.

lunes, 5 de abril de 2010

Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, parte III

Uno de los pasillos de la zona subterránea del museo.
Calzada secundaria que enlazaba con la vía que comunica la Emérita con Córduba (Córdoba).
S. IV d. C.
Entramos en la Cripta, se excavó en el solar del museo, se descubrió una zona suburbana delimitada por una calzada y compuesta por ruinas de casas y enterramientos correspondientes a una necrópolis.
Casa de época julio-claudia, resto de una domus con tres habitaciones conservadas, fin de S. I d. C.
Casa de época julio-claudia, resto de una domus con tres habitaciones conservadas, fin de S. I d. C.
Pinturas murales, el más antiguo finales del S. I y el más reciente principios del S. III.
Pinturas murales, el más antiguo finales del S. I y el más reciente principios del S. III.
Pinturas murales, el más antiguo finales del S. I y el más reciente principios del S. III.
Pinturas murales, el más antiguo finales del S. I y el más reciente principios del S. III.
Peristilo, patio porticado de una casa romana, S. II d. C.
Mausoleo, compuesto por cinco enterramientos, contenía ajuares funerarios, S. III d. C.
Casa, conserva una habitación adosada al muro y otra con columnas y arcos, S. IV d. C.
Casa, conserva una habitación adosada al muro y otra con columnas y arcos, S. IV d. C.
Casa, conserva una habitación adosada al muro y otra con columnas y arcos, S. IV d. C.
Casa, conserva una habitación adosada al muro y otra con columnas y arcos, S. IV d. C.
Casa, conserva una habitación adosada al muro y otra con columnas y arcos, S. IV d. C.



*Fuentes para esta entrada: la información del propio museo.
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