Es cómo vivir dos veces

A la vuelta de nuestro viaje a Marruecos, más mío que nada, ya que fuí yo la que estuvo 12 días, sentados en la terraza comunitaria en casa de unos amigos, a la luz de las velas, bebiendo unas copas de vino, de madrugada, después de una cena maravillosa, empezamos a hablar de cómo había sido la estancia por aquellas tierras.

Mientras desgranábamos recuerdos, uno de los contertulios, emocionado e inspirado por la esencia del viajar en sí mismo, nos dijo aquello de; -ya lo decía el poeta, viajar, es cómo vivir dos veces.

La frase, me pareció de lo más acertada, de hecho, estuvo semanas rondándome por la cabeza, para qué podrá servir esta bella frase, me preguntaba, hasta que nació este blog y supe que nombre debía llevar.

Así que, aquí está parte de esa segunda vida.

lunes, 8 de febrero de 2010

Anfiteatro de Mérida

Ni qué decir que el plato fuerte de Mérida son su Anfiteatro y Teatro.
Estos conjuntos arquitéctonicos están declarados Patrimonio de la humanidad, por la Unesco.
Fue inagurado el año 8 a. de C.
Estaba destinado a eso tan famoso y populoso que hacían los romanos, paragón del mundo civilizado en aquellos tiempos, es decir, luchas de gladiadores y luchas entre hombre y fieras.
Como pronto nos hacen un Gran Hermano de ambas variedades, o bien los romanos estaban muy avanzados o bien la civilización ha hecho bien poco para avanzar, no tengo claro cual de las dos cosas.

Lo mejor es realizar la visita pronto por la mañana, como es uno de los lugares con más visitas enseguida se llena de turistas y aunque es de grandes dimensiones, si quieres estar tranquilo, ves tempranito.
Nosotros fuimos en un día nublado y fresco que nos dió un respiro entre tantos calores.
El recinto que engloba el Anfiteatro es el mismo que el del teatro, aunque yo os lo vaya a mostrar en entradas diferentes, más que nada, por comodidad.

No se requiere demasiado tiempo para visitarlo realmente, pero vale la pena darse una vuelta por la parte de arriba para poder apreciar bien sus vistas y colarse por los distintos niveles y descubrir sus pequeños rincones.


Vista general desde el punto donde se entra al Anfiteatro, un poco a la izquierda.
Uno de los pasillos que comunica los distintos niveles.
Vista general desde la parte más frontal y desde arriba.
Desde este arco se accedía a los niveles superiores desde la arena.
Parte de las gradas con capacidad para unos 15000 espectadores del noble arte de repartir mandobles varios.
Parte de las gradas y del intenso cielo de Mérida.
Arco de entrada central a la arena.
Justo al lado del arco anterior.
Vista lateral.
Parte de la gradería.
Vista frontal desde la arena.
Vista de un arco lateral y al fondo el Teatro.
Pasando por estos arcos llegas al Teatro.
Detalle de los arcos.
Y el precioso cielo de fondo.

*Fuentes para esta entrada: Wikipedia.

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