Es cómo vivir dos veces

A la vuelta de nuestro viaje a Marruecos, más mío que nada, ya que fuí yo la que estuvo 12 días, sentados en la terraza comunitaria en casa de unos amigos, a la luz de las velas, bebiendo unas copas de vino, de madrugada, después de una cena maravillosa, empezamos a hablar de cómo había sido la estancia por aquellas tierras.

Mientras desgranábamos recuerdos, uno de los contertulios, emocionado e inspirado por la esencia del viajar en sí mismo, nos dijo aquello de; -ya lo decía el poeta, viajar, es cómo vivir dos veces.

La frase, me pareció de lo más acertada, de hecho, estuvo semanas rondándome por la cabeza, para qué podrá servir esta bella frase, me preguntaba, hasta que nació este blog y supe que nombre debía llevar.

Así que, aquí está parte de esa segunda vida.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Polonia, Varsovia, Pawiak 9 y 10 de septiembre

La prisión de Pawiak, es un lugar sombrío y un tanto apartado.

No obstante, lo podréis encontrar fácilmente, ya que aparece en las rutas turísticas.

Nosotros casi nos vamos sin verlo, pero en nuestro último día, madrugamos aún más de lo habitual y nos acercamos para hacer una visita relámpago, que al final se alargó un poco.

El lugar es pequeño, de la cárcel que fue, queda muy poco, apenas se pueden visitar algunas celdas y un pequeño museo, el patio de los presos también existe sin embargo no se puede visitar.

Lo primero que uno encuentra al entrar a Pawiak, es a uno de sus trabajadores, un hombre ya mayor, vestido con un uniforme azul, más propio de un operario que de un vigilante/cuidador de un museo, que rápidamente se interesa por tu nacionalidad.

El hombre se hace entender en un inglés muy básico, también habla alemán y si vienes de España, te pregunta si desde Catalonia, si es así, se alegra mucho, ya que parece que es fan del Barça.

Luego buscará en un libro de visitas muy especial que el museo tiene, las personas que son de tu ciudad o comunidad y te las enseñará, ya que le pide a la gente que dibuje su bandera y deje un comentario.

En nuestro caso, nos explicó que Aznar había estado visitando el museo hacía un tiempo. Después de hablar un poquito, nos pidió que antes de irnos, le dejaramos un comentario en el libro, que debe de ser uno de sus mayores orgullos, a juzgar por la manera en que nos hablaba de él.

La visita, es...no sé, la verdad es que no lo sé, extraña tal vez.
Nada más entrar, un olor intenso te envuelve, es un olor a madera vieja, pero a algo más, a algo indefinible, antiguo, denso, tal vez terrible y trágico, es un olor a humanidad robada, a drama contenido, un olor que se te mete en la cabeza y te acompaña durante toda la visita.

El lugar es pequeño, bastante sencillo, pero la carga emocional contenida en esas paredes, en esas celdas, es muy intensa, se puede palpar con facilidad al pasearte por el largo pasillo.

De la parte de las celdas se puede sacar fotos, del museo no, aunque cuando nos avisaron, ya habíamos sacado muchas fotos.

Antes de irnos, cómo no, dejamos nuestra bandera y nuestros comentarios, para disfrute del amable trabajador del museo que nos despidió con un sonoro, -Adiós, Gracias!!!

Pawiak, es conocido mundialmente, por ser la prisión dónde estuvo presa Irena Sendler, candidata al Premio Nobel de la Paz del año 2007, permio al que optaba por salvar la vida de 2500 niños judíos durante la Segunda Guerra Mundial, permio que finalmente recayó en Al Gore.

A la entrada del museo, puedes encontrar este poema.

Testament of the Fallen

We have not departed for fanfarres to be sounded,
We´ve no need of glory in memorial orations,
Not to save the old world did we willingly perish
Or that falsehood might blossom from dead generations.

We´ve no need to be subjects of florid pronouncements
Or a point of great value for furious dispute,
And let no man presume to reap his compensation
Through all that is holy in a soldier´s last salute.

Beneath the turf of green there are no class distinctions,
No longer social cleavage can hope to wound our pride
Respect this equal spirit. When blackouts are lifted,
Our ghosts together fallen let no one dare divide.

No by legend by work and daily bread aplenty
Can the hungry be fed and their children taught to spell.
So let the golden wheat wave up and down our country
Giving more grain than laurels to all those who fought well.

Construct another Poland. Revere her tradition.
So imbued must she be with your faith and devotion
That she may summon home all her pilgrims and exiles,
And that our tired bones may rest free from commotion.

And when children forget that they had lived in shelters,
That the deeds they had witnessed were too base to forgive,
Let them always remember just this thing about us:
That we all fell in battle so that freedom might live!

Ryszard Kiersnowski, traducción del polaco al inglés por Halina Chybowska



La antigua entrada a Pawiak, restos de la puerta original
Muro que rodea el museo en la actualidad
Detalle de la antigua entrada
Detalle del patio de la entrada
Detalle del patio de la entrada
Vista general del patio de la entrada
Árbol de Pawiak cubierto de lápidas, este es de bronce, conmemora al auténtico árbol ubicado en este lugar, fue lo único que quedó en pie
Antiguo patio de los presos
El verdadero árbol, se utilizó para hacer el molde del que hay ahora
Documentación de la elaboración y sustitución del árbol auténtico por el de bronce
Documentación de la elaboración y sustitución del árbol auténtico por el de bronce
Documentación de la elaboración y sustitución del árbol auténtico por el de bronce
Documentación de la elaboración y sustitución del árbol auténtico por el de bronce
Documentación de la elaboración y sustitución del árbol auténtico por el de bronce
Documentación de la elaboración y sustitución del árbol auténtico por el de bronce
Sala con fotografías de presos célebres y elementos de la cárcel
Restos de rejas
Pasillo principal
Celda
Celda dónde los prisioneros eran registrados a su llegada
Celda para 1 o 2 prisioneros-1863-1918
Celda para 2 o 3 prisioneros
Puerta de la celda
Celda para un máximo de 3 prisioneros. Durante la ocupación alemana entre 10 y 18 reclusos eran amontonados aquí dentro.
La celda de la muerte. Durante la ocupación alemana, la ocupaban los prisioneros que esperaban la ejecución. En la sección masculina eran las celdas 265, 267, 268, la panadería y la capilla. En la sección femenina eran las celdas 8, 9 y la capilla.
Celda reconstruida con las ruinas de Pawiak
Al final del pasillo, no obstante, estaba la luz del día
Pasillo
Poema en el museo
Documentos informativos sobre Pawiak
Museo de Pawiak, fotos
Museo de Pawiak, fotos de Buchenwald
Museo de Pawiak, fotos de Buchenwald
Museo de Pawiak, foto póster
Museo de Pawiak, fotos de Buchenwald
Museo de Pawiak, fotos de Ravensbrück
Museo de Pawiak, fotos de Ravensbrück
Museo de Pawiak, uniforme de Gross Rosen
Museo de Pawiak, fotos de Gross Rosen
Museo de Pawiak, fotos de Gross Rosen
Museo de Pawiak, fotos de Mauthausen
Museo de Pawiak, fotos de Mauthausen
Museo de Pawiak, foto póster Los campos de la Muerte

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