Una de las visitas oblogatorias, es el Tiergarten.
Es un parque muy grande, con ríos, lagos (creo), jardincillos, árboles y todas esas cosas que componen los parques, situado en el centro de Berlín.
Cómo llevabamos prisa, lo atravesamos cogiendo atajos, nos dirigíamos al centro (o lo que a nosotros nos parecía el centro, por qué no me quedó claro cual era el centro-centro y si no lo entendimos mal, tienen dos, el antiguo y el nuevo y tampoco se trata del centro cómo nosotros lo planteamos) y nos perdimos casi todo lo que había por ver, pero al menos llegamos a entrar en uno de los jardines que puedes encontrar, un lugar para sentarse y olvidarse de que el mundo existe.
Lo que más nos sorprendió, aparte del las dimensiones del parque, fué el silencio absoluto que reinaba en el lugar, era difícil de creer que estuvieramos, en algunos casos, a pocos metros de calles de los más transitadas y céntricas.
Es cómo vivir dos veces
A la vuelta de nuestro viaje a Marruecos, más mío que nada, ya que fuí yo la que estuvo 12 días, sentados en la terraza comunitaria en casa de unos amigos, a la luz de las velas, bebiendo unas copas de vino, de madrugada, después de una cena maravillosa, empezamos a hablar de cómo había sido la estancia por aquellas tierras.
Mientras desgranábamos recuerdos, uno de los contertulios, emocionado e inspirado por la esencia del viajar en sí mismo, nos dijo aquello de; -ya lo decía el poeta, viajar, es cómo vivir dos veces.
La frase, me pareció de lo más acertada, de hecho, estuvo semanas rondándome por la cabeza, para qué podrá servir esta bella frase, me preguntaba, hasta que nació este blog y supe que nombre debía llevar.
Así que, aquí está parte de esa segunda vida.
Mientras desgranábamos recuerdos, uno de los contertulios, emocionado e inspirado por la esencia del viajar en sí mismo, nos dijo aquello de; -ya lo decía el poeta, viajar, es cómo vivir dos veces.
La frase, me pareció de lo más acertada, de hecho, estuvo semanas rondándome por la cabeza, para qué podrá servir esta bella frase, me preguntaba, hasta que nació este blog y supe que nombre debía llevar.
Así que, aquí está parte de esa segunda vida.
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